GRAMINEA
GRAMÍNEAS
Las gramíneas o poáceas (Poaceae) son una familia de plantas herbáceas,
o muy raramente leñosas, perteneciente al orden Poales de las monocotiledóneas.
Con más de 820 géneros y cerca de 12 100 especies descritas, las gramíneas son
la cuarta familia con mayor riqueza de especies luego de las compuestas, las
orquídeas y las leguminosas; pero, definitivamente, es la primera en importancia
económica mundial. De hecho, la mayor parte de la dieta de los seres humanos
proviene de las gramíneas, tanto en forma directa granos de cereales y sus derivados,
como harinas y aceites o indirecta carne, leche y huevos que provienen del
ganado y las aves de corral que se alimentan de pastos o granos. Es una familia
cosmopolita, que ha conquistado la mayoría de los nichos ecológicos del
planeta, desde las zonas desérticas hasta los ecosistemas de agua salada, y
desde las zonas deprimidas y anegadizas hasta los sistemas montañosos más
altos. Esta incomparable capacidad de adaptación está sustentada en una enorme
diversidad morfológica, fisiológica y reproductiva y en varias asociaciones mutua
listicas con otros organismos, que convierten a las gramíneas en una fascinante
familia, no solo por su importancia económica, sino también por su relevancia
biológica.
Entre las especies más destacadas están la caña de azúcar, el trigo, el
arroz, el maíz, el sorgo, la cebada, la avena, el centeno o el bambú.
2. FENOLOGÍA
2.1 Hábito de crecimiento
Son hierbas, si bien pueden ser leñosas como los bambús tropicales,
cespitosos, rizomatosos o estoloníferas. Por la duración de su ciclo de vida
pueden ser anuales, bienales o perennes. Las gramíneas anuales, se reproducen
una sola vez durante su ciclo vital. Las especies perennes, pueden reproducirse
varias veces en general anualmente o una sola vez. En el primer caso se
denominan iteróparas la mayoría de las especies de pastos, por ejemplo y, en el
segundo caso, semélparas como es el caso de las diferentes especies bambúes.
3. MORFOLOGÍA
3.1 Raíz
El sistema radical de las
gramíneas está compuesto por las raíces seminales y las adventicias. Las raíces
primarias o seminales son las originadas por el desarrollo de la radícula del
embrión, que da lugar a la raíz primaria, y otras raíces adicionales que se
desarrollan justo por encima de la raíz primaria. En general, el número de
raíces seminales es pequeño (de 1 a 8) y varía con la especie, el vigor de la
semilla y las condiciones ambientales. Estas raíces suelen funcionar durante
las primeras semanas de vida de la planta, con un desarrollo muy rápido, pero
pronto son reemplazadas por las raíces secundarias. Las raíces secundarias,
adventicias o nodales (raíces que no proceden de la radícula del embrión o de
la raíz principal), son las que se forman en los nudos inferiores del tallo que
permanecen enterrados y constituyen el verdadero sistema radical de las
gramíneas. Este sistema radical es típicamente fasciculado o en cabellera.
Estas raíces nacen en la base de cada uno de los hijuelos y se renuevan con
ellos, de este modo, el sistema radical de las gramíneas se desplaza hacia la
superficie del suelo a medida en que la planta envejece y mueren sus partes
básales, por lo que tiende a ocupar menor volumen de suelo y puede quedar en
una situación muy superficial. Respecto a la evolución del sistema radical, se
ha demostrado que existe una alta correlación entre el crecimiento del sistema
aéreo y el radical, y que lógicamente en las zonas secas éste se desarrolla
más. También se ha demostrado que existe una intensa dinámica de mortalidad y
nuevo desarrollo de raíces adventicias en especies perennes, llegando a
alcanzarse porcentajes de renovación anual de raíces de hasta un 50 % en
especies pratenses típicas.
3.2 Tallo
Tienen tallos cilíndricos a elípticos en su sección transversal,
articulados, llamados ordinariamente cañas, en general con nudos macizos y
entrenudos huecos (pero pueden ser totalmente macizos como en el caso del maíz
y algunos bambúes). Los nudos son algo más gruesos que los entrenudos y en ellos
nacen las hojas y las yemas. Los entrenudos son a veces algo achatados en la
zona donde se desarrollan las ramificaciones. Un poco más arriba del nudo
existe un meristema intercalar en forma de anillo que determina el alargamiento
del tallo. En algunos géneros existen de dos a seis nudos muy próximos entre sí
(los cuales se denominan nudos compuestos), cada uno de los cuales lleva su
correspondiente hoja. En general los entrenudos basales son más cortos que los
superiores; cuando hay varios nudos basales muy próximos, las hojas parecen
arrosetadas, es decir, se disponen de forma tal que simulan formar una roseta
basal de hojas. Los principales tipos de tallos en las gramíneas son los
siguientes:
Erectos: lo poseen la
mayoría de las especies, ya sean cereales o forrajeras.
Decumbentes: Crecen
recostados sobre el suelo sin arraigar en los nudos; se levanta la parte
extrema que lleva la inflorescencia. Ejemplo: Digitaria sanguinalis “pasto
cuaresma”.
Rastreros: También
crecen sobre el suelo y se dividen en:
Ø Radicantes:
aquellos que arraigan en los nudos en contacto con el suelo. Ejemplo: Paspalum
notatum “pasto horqueta”.
Ø Estoloníferos:
son aquellos que originan nuevas plantas en cada nudo. Ejemplo: Cynodon
dactylon “gramilla”, Axonopus compressus “pasto chato”, etc.
Rizomas: son tallos
subterráneos de longitud y grosor variables, que crecen horizontalmente a
profundidades diversas según las especies. Los nudos llevan hojas pequeñas, y
cada año producen raíces que penetran en el suelo y tallos aéreos de vida corta
—como es el caso del olluco— o simplemente un grupo de hojas formando un
pseudotallo (como por ejemplo, el lirio, Iris germanica). Frecuentemente, los
rizomas actúan como órganos de reserva de nutrientes.
Tubérculos: son tallos que almacenan sustancias nutritivas. Tienen crecimiento
limitado, no presentan habitualmente raíces y suelen durar un solo periodo
vegetativo. En su superficie se observan catáfilos y yemas (denominadas “ojos”)
y lenticelas.
Bulbos: al igual que los rizomas, cormos y tubérculos, son órganos
subterráneos de almacenamiento de nutriente son tallos muy
cortos y erectos, usualmente con forma de disco y con una yema terminal rodeada
de varias hojas carnosas, densamente superpuestas, convertidas en órganos de
reserva, llamadas catáfilos, que recubren el ápice y lo protegen.
3.3 Hojas
Poseen
hojas de disposición alterna, dísticas, compuestas típicamente de vaina, lígula
y limbo. La vaina rodea apretadamente al tallo, sus márgenes se superponen pero
no se fusionan entre sí (sólo ocasionalmente pueden ser encontradas formando un
tubo). La lígula es un pequeño apéndice membranoso, o raramente un grupo de
pelos (tricomas), situado en la zona de unión del limbo con la vaina, en la
parte adaxial. El limbo (o lámina) es simple, usualmente lineal, con nerviación
paralela. Puede ser aplanado o a veces enrollado en un tubo, puede ser continuo
con la vaina o poseer pecíolo. Además de esta descripción, es necesario abordar
la variabilidad que se puede hallar para cada uno de estos órganos:
Vaina:
la vaina nace en un nudo y envuelve a la caña, pudiendo ser más corta o más
larga que el entrenudo. Frecuentemente la vaina está hendida hasta su base, si
bien sus bordes se superponen enrollándose alrededor de la caña, pero en muchas
especies está parcial o totalmente soldada por sus bordes (ejemplo, en Bromus)
e incluso la lígula puede formar un anillo continuo alrededor de la caña, como
ocurre en Melica y en algunas especies de Poa. Las nervaduras de la vaina son
numerosas y uniformes, si bien en especies con cañas comprimidas las vainas
pueden presentar una carena conspicua.
Lígula: es un pequeño apéndice
membranoso, o raramente un grupo de pelos (tricomas), situado en la zona de
unión del limbo con la vaina, en la parte adaxial.
Lámina (o lámina): es simple, usualmente lineal, con
nerviación paralela. Puede ser aplanado o a veces enrollado en un tubo, puede
ser continuo con la vaina o poseer pecíolo.
Aurículas:
suelen encontrarse en gran cantidad de especies (no en todas) siempre en número
de dos y tienen gran interés para la determinación de plantas al estado
vegetativo. Nacen a la misma altura que la lígula. A la misma altura de la
lígula, pero del lado externo, se distingue una zona denominada collar.
Macollos
Son la unidad estructural de la mayoría de las especies de gramíneas. Se
forman a partir de las yemas axilares o secundarias del meristema basal del eje
principal. Cada uno de estos brotes secundarios o macollos inician su aparición
cuando las plantas presentan entre dos y tres hojas. Cada uno de ellos, luego
de producir sus primeras hojas, genera su propio sistema radicular. La suma o
adición de macollos es lo que conforma la estructura y la forma de una planta
de gramínea. Cuando las gramíneas se hallan en estado vegetativo producen
continuamente nuevos macollos y hojas. Cada macollo, a su vez, comenzará en su
momento a producir nuevos macollos.
La inflorescencia elemental de las gramíneas se llama espiguilla y
consiste en una pequeña espiga formada por una o más flores sentadas o sésiles
sobre un raquis articulado, a menudo brevísimo, llamado raquilla y protegido
por brácteas estériles denominadas glumas, que se insertan sobre la raquilla,
una más abajo que la otra.
Las flores pueden ser unisexuales o hermafroditas y presentan un
perianto rudimentario de dos o tres piezas llamadas lodículas o glumélulas, que
son los órganos que determinan la apertura del antecio o casilla floral al
ponerse turgentes durante la floración, permitiendo que se expongan los
estigmas plumosos y los estambres. Los antecios están formados por dos
glumelas:
Ø La glumela inferior, llamada lemma o lema, adherida a la raquilla. Puede ser mútica (sin
puntos) o aristada (una arista nace en la extremidad de la lemma o en su
dorso), tiene forma de quilla y abraza con sus bordes a la pálea.
Ø La glumela superior, llamada pálea, insertada sobre el eje floral que nace sobre la
raquilla en la axila de la lemma y soporta a los órganos florales propiamente
dichos. La pálea es lanceolada, binervada y es como una tapa que cierra el
antecio de la flor.
Todos estos
elementos son muy variables por lo que es conveniente analizarlos por separado.
ü Pedicelo. Es el tallito que sostiene a la espiguilla que puede ser más o menos
largo o estar completamente ausente, en ese caso las espiguillas son sésiles.
ü Raquilla, o eje de
la inflorescencia. Suele ser ondulada
llevando en cada ángulo un antecio. La raquilla puede estar articulada con el
pedicelo por debajo de las glumas (que entonces caen con la espiguilla) o por
encima de las glumas (que, entonces, son persistentes).
ü Glumas. Típicamente son dos y por su consistencia pueden ser herbáceas,
membranosas o papiráceas. Su forma es variable, pudiendo ser ovadas o
lanceoladas, contraídas lateralmente y más o menos carenadas, 7 o redondeadas
y casi planas, de acuerdo a la especie considerada. Pueden llevar una o varias
nervaduras y ser múticas, mucronadas o aristadas en el ápice. En las Oríceas
las glumas son rudimentarias o están ausentes.
ü Antecios. Los antecios (casilla floral, en griego) pueden ser desde uno hasta
varios. Están formados por dos brácteas, las glumelas, que encierran a la flor.
En algunos géneros los antecios se desprenden con un fragmento de la raquilla,
frecuentemente cubierto de pelos que forma el antopodio o callus (Aristida,
Stipa). En otros géneros con glumas caducas con el antecio, hay un callus
formado por el ápice del pedicelo (ejemplo, en Heteropogon). La glumela
inferior está generalmente más desarrollada y se denomina lemma; es la bráctea
en cuya axila se desarrolla la flor; la lemma es ovada o lanceolada; comprimida
lateral o dorsalmente, con una o varias nervaduras, aguda u obtusa, mútica o
con una o más aristas apicales o dorsales.
3.7 Flor. La flor es desnuda
(carece de cáliz y corola), pero está acompañada generalmente por dos
(raramente tres) pequeñas piezas escamosas traslúcidas, denominadas lodículas,
que constituyen un resto de perianto. La flor puede ser hermafrodita o
unisexual. En muchos géneros los antecios llevan flores hermafroditas, salvo
las superiores que son masculinas., importantes taxonómicamente: o están
comprimidas lateralmente (de forma que la lemma y la pálea se observen a uno y
otro lado de la cara comprimida), o están comprimidas ventralmente (de forma
que cada cara comprimida posea a la lemma o a la pálea).
Las espiguillas, a su vez, se hallan reunidas o agrupadas en
inflorescencias compuestas de tipo racimoso. Las más frecuentes son:
ü Panojas laxas, son racimos de espiguillas con pedicelos muy largos. Ejemplo: Avena.
ü Panojas densas, son racimos de espiguillas con pedicelos muy cortos. Pueden ser
continuas (denominadas espiciformes) o interrumpidas. Ejemplo de la primera es
Phalaris, y de la segunda, Dactylis.
ü Panojas
espateoladas, en las cuales cada racimo terminal o
cada pequeña panoja poseen una bráctea que lo separa de los otros. Ejemplo,
Schizachyrium.
ü Racimos
espiciformes, con espiguillas muy brevemente
pediceladas dispuestas a los dos lados o a un solo lado del raquis. Ejemplo,
Paspalum.
ü Espiga de
espiguillas, con espigas sésiles dispuestas a un
solo lado del raquis o espigas unilaterales; en dos series alternándose sobre
los lados opuestos del raquis, o espigas dísticas (Lolium), o en varias series
sobre el raquis, o espigas cilíndricas (Zea).
3.8 Fruto
El fruto o grano de las gramíneas es un cariopse, fruto seco
indehiscente, con una semilla cuya testa está soldada con el pericarpio
formando una envoltura muy delgada. Esta envoltura encierra al embrión y al
albumen o endosperma. En algunas Bambúseas el fruto es una nuez o una baya,
mientras en el género Sporobolus el pericarpio es mucilaginoso y deja salir a
la semilla cuando se embebe en agua. Muchos géneros, como Aristida, Stipa,
Piptochaetium, Oryza y casi todas las Paníceas poseen cariopses que se desprenden
de la planta envueltos por la lemma y por la pálea. En las Andropogóneas son
las glumas las que persisten encerrando al cariopse. En Pennisetum y Cenchrus
se desprende toda la espiguilla rodeada de un involucro de cerdas o de espinas.
La forma del cariopse varía mucho según los géneros, pudiendo ser casi circular
como en Briza, oblongo como en Hordeum, lanceolado como en Poa hasta casi
lineal, como en Vulpia
4. SISTEMAS REPRODUCTIVOS
Una generalización acerca del modo de
reproducción de las gramíneas es que los miembros de esta familia son plantas
hermafroditas, que presentan fertilización cruzada (son alógamos) y se
polinizan por el viento. Obviamente, una familia con cerca de 10.000 especies
cuenta con muchas excepciones a esta regla, las cuales se describen a
continuación.
4.1 Dioecia
Este tipo de sistema reproductivo, en el cual
existen plantas femeninas y plantas masculinas, no es muy frecuente en las
gramíneas. Sólo 18 géneros son dioicos o presentan especies dioicas.
4.2 Ginodioecia
Este sistema reproductivo describe el hecho
de que en las poblaciones naturales de una especie coexisten individuos
femeninos e individuos hermafroditas.
4.3 Monoecia
En este sistema los sexos están separados
espacialmente pero en el mismo individuo, o sea, cada planta presenta
inflorescencias femeninas y masculinas. Zea, Humbertochloa, Luziola,
Ekmanochloa y Mniochloa son ejemplos de géneros con especies monoicas. Mucho
más común entre las gramíneas son las especies andromonoicas, una condición muy
común en las Andropogóneas y Paníceas. En las primeras, los dos sexos se
presentan en espiguillas diferentes de pares heterógamos. Un par heterógamo de
espiguillas consiste usualmente en una espiguilla sesil, con una flor neutra y
otra hermafrodita.
4.4 Autoincompatibilidad
La gran mayoría de las especies de gramíneas
son hermafroditas, no obstante, frecuentemente son incapaces de producir
semillas cuando el polen de una planta poliniza sus propios estigmas. Esto se
debe a que una gran parte de las especies de la familia presentan
autoincompatibilidad, de tipo gametofítica y debido a la acción de dos genes
independientes (llamados S y Z) con varios alelos cada uno. Este sistema de
autoincompatibilidad ha sido observado en varios géneros de la familia
(Festuca, Secale, Lolium, Hordeum, Dactylis, entre muchos otros) y no es
perfectamente eficiente. De hecho, de la mayoría de las especies
autoincompatibles puede obtenerse una proporción si bien reducida de semillas al autofecundar
una planta.
4.5 Auto compatibilidad
La autopolinización y la autofecundación
están muy distribuidas entre las gramíneas. En general, es un mecanismo más
común entre las especies anuales que entre las perennes y, decididamente, mucho
más frecuente entre las especies colonizadoras. Este mecanismo se ha
determinado en aproximadamente 45 géneros de gramíneas, entre los cuales se
hallan géneros económicamente muy importantes como Triticum, Oryza, Secale,
Avena, Agropyron y Lolium. Una condición de autogamia extrema es la
cleistogamia, en la cual se produce la polinización y la fecundación dentro del
antecio sin que se produzca la antesis. Este último sistema está distribuido en
más de 70 géneros pertenecientes a 20 tribus de gramíneas.
4.6 Apomixis
La apomixis se define como la reproducción asexual
a través de semillas. En este sistema reproductivo los embriones se desarrollan
por mitosis a partir de una oósfera no reducida sin que tenga lugar la
fecundación.
6. ECOLOGÍA
5 Distribución
Las
gramíneas han desarrollado diversas adaptaciones a ambientes o condiciones extremas.
Son una familia cosmopolita que habita desde los desiertos hasta los hábitats
de agua dulce o marinos, y todas las elevaciones salvo las más altas del planeta.
En el mundo se han desarrollado extensos biomas nativos dominados por gramíneas
donde hay sequías periódicas, topografía plana o inclinada, incendios
frecuentes, y en algunas ocasiones donde hay pastoreo y bajo ciertas
condiciones particulares de suelo. Las comunidades dominadas por los pastos
suman el 24% de la vegetación del planeta, ejemplos son las praderas de
Norteamérica, las pampas de Sudamérica, el "veldt" o la sabana en
África, y las estepas euroasiáticas. Por fuera de las praderas herbáceas, los
bambúes leñosos desempeñan un papel central en la ecología de los bosques de
Asia tropical y templada.
Las
gramíneas han sido ecológicamente exitosas y se han diversificado extensamente
debido a muchas adaptaciones clave. La espiguilla protege a las flores pero, al
mismo tiempo, permite la polinización cuando las lodículas abren el antecio.
Asimismo, las espiguillas (lemmas con pelos o ganchos) poseen varias
adaptaciones para la dispersión del fruto. La versatilidad en los sistemas de
apareamiento, incluyendo la autofecundación y la apomixis, permitió a diversas
especies de gramíneas ser colonizadoras exitosas de nuevos ambientes. La
anatomía de la hoja, que puede ser C3 o C4, permite a estas especies explorar y
adaptarse a un amplio rango de hábitas.
Las
gramíneas además han desarrollado ciertas características fisiológicas que les
han permitido conquistar hábitats donde prevalecen condiciones subóptimas para
el crecimiento de las plantas. Una de tales características es la capacidad de
acumular betaínas de glicina y otros compuestos que se hallan asociados con la
adaptación de las plantas al crecimiento en condiciones salinas.
6.
IMPORTANCIA ECONÓMICA.
La
familia de las gramíneas es probablemente la que mayor importancia tiene para
la economía humana. De hecho, alrededor del 70% de la superficie cultivable del
mundo está sembrada con gramíneas y el 50% de las calorías consumidas por la
humanidad proviene de las numerosas especies de gramíneas que son utilizadas
directamente en la alimentación, o bien, indirectamente como forrajes para los
animales domésticos. En términos de la producción global, los 4 cultivos más
importantes son gramíneas: caña de azúcar (Saccharum officinarum), trigo, arroz
y maíz. La cebada y el sorgo están entre los primeros 12. Por otro lado, varias
especies de gramíneas se utilizan en la industria.
6.1 Plantas alimenticias. Se utiliza
generalmente el cariopse o grano directamente como alimento o bien molido en
forma de harina. Las especies utilizadas de este modo son los llamados
cereales. El hombre ha cultivado cereales por al menos 10.000 años. Desde los
comienzos de su domesticación, el trigo (Triticum aestivum), la cebada (Hordeum
vulgare), y la avena (Avena sativa) en el Creciente fértil del Próximo Oriente,
el sorgo (Sorghum bicolor) y el mijo (Pennisetum americanum) en África, el
arroz (Oryza sativa) en el sudeste de Asia, y el maíz (Zea mays) en
Meso-América han hecho posible el asentamiento de comunidades humanas y el
desarrollo de civilizaciones. El trigo (en especial Triticum aestivum, el
denominado trigo pan, una Pooideae), provee la quinta parte de las calorías
consumidas por los humanos, y empezó a ser domesticado hace unos 10.000 años.
La mayor parte de las formas domésticas son poliploides, y la plasticidad del genoma
en conexión con la poliploidía está implicada en el éxito del cultivo de este
cereal (Dubcovsky y Dvorak). El trigo duro (Triticum durum) se utiliza para
elaborar fideos o pastas. El maíz (Zea mays, un miembro de Panicoideae) es un
cereal con múltiples aplicaciones, desde su consumo directo como
"choclo", el uso de su harina en la elaboración de muchos platos
regionales e, incluso, bebidas alcohólicas, la utilización industrial de sus
granos para la elaboración de aceite, jarabe de fructosa, y muchas otras
aplicaciones, a las que se ha agregado últimamente la fabricación de biodiésel.
El arroz (Oryza sativa, Ehrhartoideae) es, con toda probabilidad, la especie de
mayor importancia global como alimento, dado la enorme cantidad de personas que
lo consumen diariamente. La avena (Avena sativa, Pooideae), la cebada (Hordeum
vulgare) y el centeno (Secale cereale) son otros tres cereales que se utilizan
comúnmente como alimentos. Además de los cereales, algunas gramíneas como
Phyllostachys edulis y Sinocalamus beecheyanus se utilizan como hortalizas en
Asia.
6.2 Plantas forrajeras. Muchísimas especies de gramíneas son
excelentes productoras de pasto para el ganado, tanto en pastizales naturales
como en pasturas cultivadas. Así, se cultivan para este objetivo numerosas
especies de pastos perennes, tanto en climas templados como en climas
tropicales o subtropicales. Las especies forrajeras templadas producen pasto
durante el otoño, el invierno y la primavera y las más populares son el raigrás
perenne (Lolium perenne), la cebadilla criolla o bromo de los prados, la
festuca alta, el agropiro alargado , el fleo y el falaris bulboso. Las
gramíneas cultivadas como forrajeras perennes provenientes de climas tropicales
o subtropicales son de producción estival y entre ellas se destacan el pasto miel,
el pasto elefante, la grama rodes, el mijo perla, el pasto horqueta y el pasto llorón .Otras varias especies de
forrajeras son anuales, por lo que se las utiliza para producir grandes
cantidades de pasto (llamados verdeos) durante una época de producción
determinada: el invierno o el verano. Entre las especies para verdeos
invernales se hallan la avena (Avena fatua, Avena sativa), el centeno y la
cebada forrajera (Hordeum vulgare). Para los verdeos estivales se utiliza el maíz
y el sorgo forrajero (Sorghum sudanense). Además hay cereales que se utilizan
para alimentar animales, como el mijo (Panicum miliaceum) y el alpiste
(Phalaris arundinacea) para alimentar pájaros, o el maíz y el sorgo para
alimentar vacas, cerdos y aves de corral.
6.3 Industriales. Los usos
industriales de las gramíneas son tan variados como lo es la familia en sí
misma. Existen especies perfumíferas, cuyos extractos son utilizados en la
preparación de una numerosa cantidad de perfumes, tales como el pasto limón
(Cymbopogon citratus, del cual se extrae una esencia llamada citronela) y el
vetiver (Vetiveria zizanioides). Otras gramíneas, como por ejemplo la cebada
cervecera (Hordeum vulgare), son utilizadas para la elaboración de malta,
producto indispensable para la fabricación de cerveza, whisky, ginebra, gin y
otras bebidas alcohólicas.114 Otros granos de cereales se utilizan para
elaborar bebidas alcohólicas por fermentación, como por ejemplo el sake (o
nihonshu) a partir del arroz en Japón. La industria aceitera también utiliza
granos de gramíneas (como por ejemplo maíz) para elaborar aceites comestibles.
Algunos géneros poseen gran interés en cordelería, cestería y fabricación de
calzados tradicionales, como las esparteñas. Tal es el caso del albardín
(Lygeum spartum) y, sobre todo, de la atocha (Stipa tenacissima), ambas muy
empleadas en España y norte de África para elaborar esparto, materia prima para
la confección de todos esos elementos. Asimismo, también se utiliza a Sorghum
technicum para fabricar escobas, a Epicampes microura y Aristida pallens para
fabricar cepillos y a Stipa tenacissima para elaborar estropajos.
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