HIERRO EN LAS PLANTAS
HIERRO EN LAS PLANTAS
El hierro (Fe) se clasifica como un
micronutriente, lo que significa que las plantas lo requieren en cantidades
menores comparado con los macronutrientes primarios o secundarios. No deje que
la clasificación lo confunda, puesto que el hierro es muy importante para la
salud y el crecimiento de las plantas. Dentro de los micronutrientes, el hierro
se necesita en grandes cantidades y su disponibilidad depende del pH del
sustrato. Todos los micronutrientes, excepto el molibdeno, bajan su
disponibilidad a medida que el pH del sustrato aumenta; por el contrario,
aumentan su disponibilidad a medida que el pH del sustrato disminuye. El valor
ideal de pH para los cultivos lo determina principalmente su capacidad para
adquirir los micronutrientes.
Función del hierro
El hierro es un constituyente de
varias enzimas y algunos pigmentos; ayuda a reducir los nitratos y sulfatos y a
la producción de energía dentro de la planta. Aunque el hierro no se usa en la
síntesis de la clorofila (el pigmento verde de las hojas), es esencial para su
formación.
Deficiencia de hierro
La deficiencia de hierro se expresa
como una clorosis intravenosa en las hojas nuevas (las hojas son amarillas con
venas verdes). Para determinar la causa de la deficiencia, primero examine las
raíces. Las raíces de la planta que está enferma o estresada por el exceso de
riego no absorven los nutrientes de forma eficiente, lo que causa clorosis.
Toxicidad de hierro
La toxicidad del hierro ocurre
debido a un pH bajo en el medio de cultivo o a una aplicación excesiva de
hierro. La toxicidad hierro-manganeso, como se conoce normalmente, es más común
en los geranios zonales, las caléndulas africanas, los lisianthus, las
balsaminas de Nueva Guinea, las pentas u otros cultivos que prefieren que el pH
del medio de cultivo sea de 5,8 a 6,6.
Absorción del hierro por las
plantas
Las plantas usan diversos mecanismos para absorber el hierro. Uno de ellos es el mecanismo de quelación - la planta excreta compuestos llamadas sideróforos, que forman un complejo con el hierro y aumentan su solubilidad. Este mecanismo también implica bacterias.
Otro mecanismo implica la extrusión de protones (H+) y de compuestos reductores por las raíces de la planta, para reducir el pH en la zona de raíces. El resultado es un aumento en la solubilidad del hierro.
En este sentido, la elección de la forma de los fertilizantes nitrógenados es importante. El nitrógeno amoniacal (NH4+) aumenta la extrusión de los protones por las raíces, el pH baja, y el hierro se absorbe mejor por la planta.
El nitrógeno nítrico (NO3-) aumenta la extrusión de iones de hidróxido, que aumentan el pH en la zona de raíces y contrarrestan la absorción eficiente de hierro.
Otro mecanismo implica la extrusión de protones (H+) y de compuestos reductores por las raíces de la planta, para reducir el pH en la zona de raíces. El resultado es un aumento en la solubilidad del hierro.
En este sentido, la elección de la forma de los fertilizantes nitrógenados es importante. El nitrógeno amoniacal (NH4+) aumenta la extrusión de los protones por las raíces, el pH baja, y el hierro se absorbe mejor por la planta.
El nitrógeno nítrico (NO3-) aumenta la extrusión de iones de hidróxido, que aumentan el pH en la zona de raíces y contrarrestan la absorción eficiente de hierro.
Manejo de la deficiencia de hierro
Cuando se identifica la deficiencia de hierro, se puede tratarla, en el corto plazo, mediante la aplicación de una pulverización foliar de fertilizantes de hierro, pero el mejor curso de acción sería la prevención.
Por lo tanto, el agricultor debe identificar la causa verdadera de la deficiencia de hierro y tratarla, para prevenir el problema de ocurrir en el futuro.
Por lo tanto, el agricultor debe identificar la causa verdadera de la deficiencia de hierro y tratarla, para prevenir el problema de ocurrir en el futuro.
A menudo, la deficiencia de hierro no indica la falta de suministro de hierro, sino que también puede ser relacionada a varias condiciones que podrían afectar la disponibilidad del hierro.
Por ejemplo: los niveles altos de carbonato en el suelo, la salinidad, la humedad del suelo, las temperaturas bajas, las concentraciones de otros elementos (por ejemplo, la competencia con otros microelementos, fósforo, calcio), etc.
Por ejemplo: los niveles altos de carbonato en el suelo, la salinidad, la humedad del suelo, las temperaturas bajas, las concentraciones de otros elementos (por ejemplo, la competencia con otros microelementos, fósforo, calcio), etc.
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